WEST PALM BEACH, Fla. – Marlin Wakeman, de Stuart, estaba en el sur de las Bahamas preparando las cosas para volver a salir a pescar.
El surfista y pescador de 24 años se enfrentó a un salto de un metro en el puerto deportivo Flying Fish de Long Island.
Wakeman dijo que no estaba prestando atención, resbaló y cayó en las aguas infestadas de tiburones.
“Di un pequeño salto y lo siguiente que supe es que me estaba mordiendo un tiburón”, dijo Wakeman.
Ya había temido antes esa caída. Wakeman dijo que allí se permite a la gente arrojar cadáveres al agua porque Bahamas trata a los depredadores ápice como “mascotas”.
Wakeman dijo que había tantos tiburones en el puerto deportivo que la gente podía intentar caminar sobre ellos. Cuando se cayó el 26 de abril, un tiburón de arrecife caribeño -de unos 2 metros de largo- le mordió rápidamente en la pierna.
“Era mucha presión. No sentí el filo en absoluto”, dijo Wakeman.
El tiburón tiró de él bajo el agua. Wakeman dijo que no se dejó llevar por el pánico y consiguió nadar de vuelta al barco cuando otro tiburón le alcanzó en el hombro derecho.
“Tuve mucha suerte de poder salir en ese preciso momento”, dijo Wakeman.
El padre de Wakeman, el capitán Rufus Wakeman, y su madre, Melynda Wakeman, dijeron que estaban muy agradecidos a los propietarios del barco y a la tripulación que atendieron a su hijo.
Marlin Wakeman recibe ayuda tras caer al agua infestada de tiburones en un puerto deportivo el 26 de abril en las Bahamas.
Marlin Wakeman recibe ayuda tras caer al agua infestada de tiburones en un puerto deportivo el 26 de abril en las Bahamas. (Foto de cortesía)
Marlin Wakeman llevaba un torniquete cuando los médicos de Bahamas se desplazaron para detener la hemorragia. Una vez en Florida, Rufus Wakeman llevó a su hijo al Centro Médico St. Mary de West Palm Beach.
Un traumatólogo y un cirujano ortopédico intervinieron rápidamente para ayudar a salvar la vida de Marlin Wakeman.
El Dr. Robert Borrego, cirujano traumatólogo, dijo que le preocupaba el riesgo de infección, por lo que examinó la herida para conseguir una cobertura “antimicrobiana adecuada”.
“Tenía una herida muy grande”, dijo Borrego, añadiendo que medía unos 30 cm y estaba justo al lado de la arteria.
Borrego dijo que también había heridas punzantes en la parte posterior de la rótula. El Dr. Rami Elkhechen, cirujano ortopédico, dijo que lavó la superficie de la articulación para evitar que las bacterias se comieran el cartílago.
“En parte se trata de una lesión de los tejidos blandos”, dijo Elkhechen.
Rufus y Melynda Wakeman dijeron que también estaban agradecidos al Centro Médico St. Mary por salvar a su hijo.
“No es frecuente que una víctima de ataque de tiburón sea tratada por un médico especializado en ataques de tiburón”, dijo Rufus Wakeman.
Rufus Wakeman dijo que las autoridades bahameñas tienen que hacer algunos cambios. Bahamas ha prohibido la pesca de tiburones y la venta de productos derivados.
“Tal vez necesiten hacer algunos cambios de política allí, no dejar que la gente limpie el pescado en el puerto deportivo... poner el cebo, todos sus cadáveres en unos cubos, y transportarlo a una parte diferente de la isla, o ponerlo en un barco que salga al mar”, dijo Rufus Wakeman y añadió: “Donde la gente y los tiburones se encuentran, generalmente no es un buen resultado”.